Tuesday, October 28, 2008

la pucha que hoy estoy contenta,
bailando julieta venegas!

Tuesday, October 14, 2008

ojalá

Si yo me dejara ser yo, ojalá pudiera llegar a la conclusión que cuando las luces se apagan soy yo, pero más bien yo soy "cuando las luces se apagan se terminó el show, y cuando se prenden el show comienza de nuevo".
Figurense que hoy me levanté y me puse a hacer una lista de las cosas que me afectan de mi relación interpersonal (como dicen en derecho), y me entristecí, y así pensando en el respeto mínimo, que valorándose en sentido negativo, no hay de su parte y tal vez tampoco de la mia.
Yo he llegado a un extremo, o he cruzado un límite, de esta autodependemcia impuesta, que para mi es patológica, porque además de extender mis necesidades, soy sincera, y no niego toda la maldad que tengo adentro hacia el, y como le decía la psicologa de la tana ( imagen fuerte), si tenés una jarra rota, la arreglas, la pegás, pero si te vienen con una jarra nueva?, usás la jarra nueva. Alta metáfora que pensarla me quita las ideas de la cabeza, posta. Porque se me ocurrió y no tienen nada que ver con lo que me pasa, o tal vez sí me sea útil: yo no puedo agarrar la jarra nueva, y lo peor es que no puedo tomar agua de la canilla dirctamente, lo ideal, yo utilizo la jarra destruida, rota en mil pedazos, juntándolos y tratando pegarlos con boligoma, pintandola con las silvapen para que no se note, pero cada tanto púm, se cae toda, y cuando sale un pedacito, se cae toda.
Bien por ti reina aleja!

Thursday, October 9, 2008

El sentido de la vida II

El lento retorno al centro, a la armonía de ser sola. Y con él, la esperanza de no perder de vista que la soledad surge de la incomprensión que conlleva la compañía, y el vacío de la cáscara de los personajes que esa compañía me extrae. Es cierto. No necesito a nadie, siempre y cuando no tenga a nadie. Olvidar esto implicaría caer nuevamente en la periferia de la dependencia.
Luz interna, y de nuevo oblicua, distinta, eternamente sola, me encuentro. Porque al ser nada más, al ser, el universo termina en mi gravedad. Quizás conocer sea dejarme arrastrar por la esperanza de ser normal y gregaria. Pero así plantada nada me mueve de la dulce seguridad de que
soy
de nuevo
sola
.

Por primera vez en mucho tiempo, soy infinitamente feliz. Tengo esperanza, de nuevo, finalmente.